
El escándalo de LIBRA ha dejado de ser una simple anécdota de mala praxis política y se ha convertido en una bomba de tiempo para la administración de Javier Milei.
Ya no se trata solo de la promoción irresponsable de un activo financiero; las nuevas revelaciones indican que existe una red de conexiones entre el presidente y los arquitectos de LIBRA, lo que eleva las sospechas sobre su rol en este caso.
El artículo de La Nación (15 de febrero de 2025)
revela reuniones previas entre Milei y los creadores de LIBRA, mientras que el comunicado de la Cámara Argentina Fintech intenta desmarcar al sector de este escándalo, sugiriendo que incluso dentro del mundo cripto hay preocupación por las consecuencias legales.
Si antes existían dudas sobre si LIBRA fue un error o un fraude, ahora hay indicios concretos de que fue una operación premeditada. Además, el historial de Milei con promociones cripto fallidas (CoinX, Vulcano Game) refuerza un patrón sistemático de promoción de activos sin control, que terminan desplomándose con pérdidas millonarias para los inversores.










El mismo 15 de febrero de 2025, la Cámara Argentina Fintech emitió un comunicado ( ver imagen (intentando distanciar a la industria cripto del caso LIBRA.











Estas acciones parecen más un intento de control de daños que un esfuerzo real por esclarecer el fraude. Sin cambios estructurales en la regulación cripto, casos como LIBRA seguirán ocurriendo impunemente.

Si bien la promoción de LIBRA por parte de Milei ha generado un fuerte impacto político y económico, las medidas legales vigentes en Argentina no parecen suficientemente contundentes para sancionar este tipo de conductas.












El escándalo de LIBRA no es solo una historia más de fraude cripto, sino el reflejo de una administración que, con la excusa de la desregulación y la “libertad de mercado”, ha abierto las puertas a esquemas financieros turbios sin ningún tipo de control.

